Comenzar la jornada con relax, sin estrés ni prisas, debería ser un derecho universal. ¿Por qué no lo haces más fácil con una taza de achicoria en lugar de bebidas que alteran ese momento?
No tiene nada de magia, ni de ciencia, pero sí que es tan reconfortante, que los beneficios de esta práctica tan contemporánea perduran en tu cuerpo y mente durante horas.