Pero lo que más nos interesa de ella no es su bonito exterior, es su raíz. Esta raíz, de sabor amargo (con una cierta similitud al café y razón por la cual muchas personas encuentran en ella al sustituto perfecto), es la protagonista de lo que conocemos en el supermercado como achicoria.
Desde hace muchos años, esta raíz se ha utilizado (tras haberla lavado, troceado, deshidratado, tostado y molido) para obtener un grano fino que se mezcla con el café o se elabora directamente como infusión.
La achicoria ha sido utilizada ya por los egipcios con fines medicinales, hasta que, en el siglo XIX, se incorpora como producto alimentario, para preparar infusiones. Su inicio se origina en Francia y pronto se extiende por toda Europa.
La achicoria también ha sido muy conocida por acompañar al café e incluso sustituirlo durante las crisis económicas del siglo XX, como lo fueron el pan de centeno, el pan integral u otros alimentos. Si lo pensamos bien, éstos productos en la actualidad son muy apreciados dentro de un estilo de vida y alimentación saludable, aportándonos vitaminas, fibra y complementos minerales que ayudan a nuestra digestión. La achicoria encaja perfectamente en nuestro modo de vida actual, en el que buscamos alimentos enriquecidos, que colaboren en la mejora de la salud cardiovascular, mejoren nuestro tránsito intestinal, y no cuenten con el inconveniente de incluir excitantes.
La achicoria es una infusión y un alimento para desayunos perfecta para toda la familia… La achicoria es ideal para el desayuno de toda la familia…. El alimento del siglo XXI.