En verano es habitual que casi sin darnos cuenta empecemos a tener una vida menos saludable, más irregular, comiendo peor, descuidando horarios y la rutina en el ejercicio.
En cuanto empieza el buen tiempo y suben las temperaturas, y está claro que lo acaban de hacer a lo grande, nos relajamos, estamos de mejor humor, nos dejamos llevar, y olvidamos hasta límites insospechados la dinámica y el orden que nos gobierna normalmente. Es por tanto muy importante ser conscientes de ello, tenerlo muy presente y mantener el autocuidado, tan importante y necesario para mantenernos sanos física y mentalmente. Este tiene que seguir presente en verano no dejando de lado esos hábitos saludables que mantenemos el resto del año.
Tampoco queremos que dejes de disfrutar del periodo estival, tan esperado, bonito y divertido. Simplemente te recomendamos que lo hagas con sensatez y que tengas todo esto presente. Si permitimos que a lo largo de esta estación el descontrol se instale en nuestro día a día, veremos alterada nuestra salud física y emocional, y nos será mucho más difícil volver a recuperar la normalidad. Si sigues estas 5 pautas podrás tener un verano maravilloso cuidándote mientras disfrutas a tope. Así, la vuelta a la “realidad” en septiembre será un “aterrizaje mucho mas suave”.
No lo olvides, tú eres lo primero, lo único y lo más importante, ¡préstate atención!
- 1. Hidrátate.
Es muy importante mantenerte hidratado siempre, pero en esta época, con las altas temperaturas, aún más. Es necesario beber entre 1,5 y 2,5 litros de agua al día para evitar la deshidratación y los golpes de calor. También puedes optar por añadir limón al agua para hacerla más refrescante o intercalar esta con infusiones frías. Un truco: prueba a añadir a tu taza de café con achicoria o de achicoria soluble de siempre un hielo y disfrútala modo verano. Pero recuerda que es muy importante que bebas antes de tener sed, pues la sed es un primer síntoma de deshidratación.
- 2. Haz ejercicio varias veces a la semana.
Con el calor y las ganas de vacaciones sabemos que cuesta más de lo normal mantener una actividad física adecuada. Aún así, no permitas que te pueda la pereza y aprovecha para hacer aquellos deportes más propicios a esta época. Si tienes a mano una piscina, el mar o algún pantano, nada o practica con asiduidad cualquier deporte acuático. También puedes optar por actividades al aire libre como correr, hacer yoga en un entorno natural, montar en bici o incluso caminar. Todo ayuda. Eso sí, olvídate de las horas centrales del día, ya que el extremo calor puede acarrearnos problemas, y aprovecha las primeras y últimas horas de la jornada donde la temperatura es más amable.
- 3. Cuida tu alimentación.
Empieza por no saltarte ninguna comida. Lo ideal es hacer 5 al día, prestándole especial atención al desayuno, el almuerzo y la cena. Es importante no abusar de la comida rápida, los helados y refrescos fríos. Aunque apetezcan, recuerda que lo mejor para hidratarte es el agua y las infusiones, que puedes convertir en refrescantes añadiéndoles un hielo y achicoria, no olvides que es un superalimento.
Es necesario también que las comidas sean ligeras, ya que las copiosas dificultan la digestión y en verano, al subir la temperatura corporal, aún más. Incrementa el consumo de frutas y verduras, que además de ser ricas en líquidos poseen vitaminas y minerales que aportan energía. ¡Y recuerda que la achicoria también es una verdura y que puedes y debes incluirla en tu dieta! 😉
- 4. Protégete del sol.
Aunque tomar el sol, con medida, es beneficioso para el organismo ya que proporciona vitamina D, es importante siempre protegernos cuando vayamos a estar expuestos, y más en la época estival. Un abuso de este, una larga exposición a los rayos UV o no protegerse adecuadamente puede traer graves consecuencias, quemaduras, manchas o envejecimiento prematuro.
Para poder tomar el sol de la manera más segura usa un factor de protección alto, cúbrete la cabeza y los ojos y usa ropa ligera. Además y en la medida de lo posible es importante evitar las horas centrales del día.
- 5. Duerme bien.
Procura dormir lo suficiente y que tu sueño sea de calidad. Lo ideal es dormir entre 7/8 horas, dependiendo de la persona. También es importante mantener una buena higiene del sueño, ¿cómo? Acostándonos y levantándonos siempre a la misma hora, incluso los fines de semana, evitando las comidas y el ejercicio 1 o 2 horas antes de irnos a la cama, así como alejándonos de las pantallas y su luz azul, hoy por hoy, principales enemigos del sueño.
Si sigues estas recomendaciones, seguro que podrás disfrutar de un estupendo y saludable verano y unas magníficas vacaciones.
Desde La Achicoria seguiremos ofreciendo sanos consejos para que tu vida sea saludable y equilibrada.