Para la obtención de la achicoria soluble, las láminas de la raíz de achicoria tostadas se mezclan con agua caliente. De este modo, se obtiene un jarabe caliente que se centrifuga a gran velocidad para obtener una mezcla homogénea. Así, se consigue una mezcla perfecta para transformar en un producto solidificado. Esta mezcla se convierte en un polvo fino y suave al caer desde casi 37 metros de altura a través de una torre industrial sobre la que se emite aire caliente.